Philippe Roth
Mondadori, 2010
El autor escoge a un actor profesional para hacer de esta obra un viaje más duro aún hacia la pérdida de todo lo que creemos sólido. Su protagonista, sexagenario y con una carrera destacada, pierde de pronto un don que creía natura, actuar, y asistimos con él a un viaje hacia el infierno cómo solo puede llevarnos un autor de la talla de Roth.
“Había perdido su magia. El impulso estaba agotado. Jamás había fracasado en el teatro, todo cuanto emprendiera tuvo fuerza y éxito, y entonces sucedió lo terrible: no podía actuar. Salir a escena era un sufrimiento. En vez de tener la certeza de que estaría espléndido, sabía que iba a fracasar. Le ocurrió tres veces seguidas, y la última vez nadie estaba interesado, nadie acudió.”