Paul Auster
Anagrama, 2008.
Es la historia de un hombre desvelado que se recupera de un accidente en casa de su hija divorciada. Junto a su nieta, profundamente triste por una pérdida, se sientan juntos en un sillón y ven películas viejas. Luego viene el insomnio. Y esa oscuridad es la que elige Paul Auster para desplegar su capacidad para narrar e hilar relatos, donde se mezclan la propia historia del protagonista, un guionista del montón; el guion fantástico de una Norteamérica fantasmal sumida en una guerra civil; y las historias de amor y perdón de una familia como cualquier otra. De lo mejor de Paul Auster en solo 200 páginas.
“Desde hace un par de meses, Katya y yo nos pasamos el día viendo películas. Sentados uno al lado del otro en el sofá de la sala de estar, sin quitar la vista del televisor, tragándonos uno, dos, tres y hasta cuatro películas seguidas (…) Por otro lado, hay días mejor que otros. Siempre que terminamos una película, charlamos un poco sobre ella antes de que Katya ponga la siguiente”.
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