Laia Jufresa
Kindberg, 2017
Un lindo y lúdico relato que habla de la pérdida, la ausencia y la soledad a través de diferentes voces y lugares. Es recomendable para todos los lectores que buscan una narración original de un tema universal. “Nuestros duelos, me explicó un domingo, el suyo por su hermana, el mío por ti, eran dolor limpio. En cambio, si nos dolía, por ejemplo, no gustarle a un niño, ese era dolor sucio, porque nomás nos lo estábamos inventando en la mente, porque de hecho no sabíamos, no podíamos saber si le gustábamos o no al niño en cuestión”.