Alberto Barrera Tyszka
Tusquets Editores, 2015
La muerte del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Chavéz Frías ocurrió el martes 5 de marzo de 2015 en Caracas, tras estar casi tres meses internado en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ) de La Habana, Cuba. Este es el telón de fondo de la novela de Barrera, Premio Tusquets Editores de novela 2015. Es una obra rápida, con variados personajes que permiten al lector escuchar múltiples voces sin caer en el engaño de la historia única. Dejando de lado la dimensión más política, aunque no del todo, se centra en la fuerza dramática del personaje histórico de Chávez; de su innegable carisma, de su fragilidad ante la muerte, así como de la polarización que su figura provocaba en la sociedad venezolana. El autor contrarresta a dos mujeres, personajes secundarios, para mostrarlo:“-Aquí ya nada es igual, amiga. Olvídate del país que conocimos. Carolina Troconis hablaba marcando las palabras de una forma especial, mordiendo suavemente sus puntas, ensanchando algunas vocales. Así era el soniquete que identificaba a las sifirinas de la sociedad caraqueña. Carolina era una típica niña bien.(…) se había casado, como corresponde, con otro niño bien que, desde hacía más de un año, se encontraba fugado del país. Su marido era miembro de la directiva de una de las tantas casas de bolsas que había sido intervenidas por el gobierno”. Y por otro lado. “Es que nosotros no teníamos nada, no éramos nadie; o mejor dicho: nosotros sentíamos que no éramos nadie, que no teníamos valor, que no importábamos. Y eso fue lo que cambio Chávez. Eso fue lo que nos dio. (…) Al final, yo lo amo porque él es pobre y feo, como yo. Y mira donde está, mira donde llegó. Él es el único que habló por nosotros. No sé si me explico. Chávez me enseñó a ser yo y a no tener vergüenza ¿Tú me entiendes?” Una obra muy amena, que nos ayuda a acercarnos con menos prejuicios a la historia de ese maravilloso país.