Fiódor Dostoyevski
Las noches blancas son un fenómeno atmosférico que ocurre en las últimas semanas de junio, alrededor del solsticio de verano en las zonas polares, donde la oscuridad nunca es completa. San Petersburgo y la luz de estas noches son el escenario de esta novela. Un joven solitario e introvertido narra cómo conoce de forma accidental a una muchacha durante una “noche blanca”; a Nastenka, una joven enamorada y prometida, que pasa las noches esperando a su amado que quedó de volver. Tras el primer encuentro, la pareja de desconocidos se citará durante las cuatro noches siguientes, noches en las que Nastenka relatará su triste historia, donde estarán presentes las pasiones que mueven al ser humano. Es una historia preciosa sobre dos personas que están perdidas, se conocen y comienzan a construir un lazo de amistad y, por qué no, amor. “Escuche – la interrumpí- perdone que se lo diga otra vez, pero no puedo dejar de venir aquí mañana. Soy un soñador. Hay en mí tan poca vida real, los momentos como el de ahora, son para mí tan raros que me es imposible no repetirlos en mis sueños. Voy a soñar con usted toda la noche, toda la semana, todo el año. Mañana vendré aquí sin falta, aquí mismo, a este mismo sitio, a esta misma hora, y seré feliz recordando el día de hoy. Este sitio ya me es querido. !Dios mío¡!Todo un minuto de felicidad¡ ¿Acaso es poco para toda una vida humana?”
