Ruth Rendell
Editorial Versal, 1988.
Es la historia de un crimen y de un inspector que se obsesiona con descubrir al culpable. Nada muy novedoso salvo que el policía, y el lector, saben desde un inicio quién es el culpable, pero no puede probarlo. Algo se le escapa; y al lector también. La autora británica ha sido varias veces premiada en el género negro por la fluidez de la narración, en la aparente sencillez de la trama y la agudeza con que retrata a los personajes.
“La señora Hathall bajó las escaleras tranquilamente y le comunicó a su hijo: Ha habido un accidente, Tu mujer ha muerto”.