Documentos inéditos de Kafka
“Entre los alumnos que estudiaban conmigo, yo era tonto, pero no el más tonto“, es parte de una nota del año 1909 del escritor Franz Kafka que fue develada recientemente por el encargado de la Biblioteca Nacional de Israel.
Tras un litigio de doce años por su propiedad, fueron expuestos cientos de cartas, diarios, cuadernos, bocetos y escritos a mano del autor guardados en el archivo personal de su amigo íntimo, Max Brod. El escritor legó a Brod sus papeles para que los quemara; su deseo nunca se cumplió y casi un siglo después, cientos de documentos ocultos durante décadas en las cajas fuertes de un banco de Suiza, salieron a la luz en Jerusalén.
Entre las páginas encontradas destacan algunos textos y cartas en hebreo, idioma que el novelista estudio pero no se sabía si podía escribirlo con fluidez. Otros de los interesantes hallazgos son dibujos del escritor; una extensa correspondencia con sus amigos y su padre; y algunos apuntes autobiográficos sobre su infancia y años escolares en Praga.
Los papeles que su amigo Max Brod no quizo destruir se han esparcido por el mundo: algunos de sus manuscritos quedaron en manos de sus sobrinos en Inglaterra y hoy se encuentran en Oxford; del resto de los documentos, Brod, antes de su muerte en 1968 envió una parte de ellos a Suiza para salvaguardarlos, mientras que otros se quedaron en Tel Aviv. Después de décadas de litigios, hoy los documentos de Franz Kafka, aún en contra de sus deseos, están disponibles para ser consultados en la Biblioteca Nacional de Israel.