Joseph Roth
Anagrama, 1997
En un esfuerzo por conocer el alma rusa, tan enigmática a la vez que sencilla, el autor austríaco de origen judío, hace hablar a un hombre sobre sus más abyectos pensamientos y acciones, donde el doble juego del destino y la libertad, están siempre presentes. Joseph Roth, uno de los mas destacados escritores europeos de entreguerras, muestra en esta pequeña gran obra, la misma calidad de sus obras más famosas -como “La Marcha Radetzky” – utilizando un lenguaje directo y atravesado por un humor un poco triste.
“La vida privada, la simple naturaleza humana es más importante, grandiosa y trágica que todas las cosas públicas. Tal vez esto le suene absurdo a la gente de ahora, pero es que yo creo y seguiré creyendo hasta que me llegue la hora. Jamás hubiera sentido en mismo la suficiente pasión política. Tampoco creo que los criminales políticos sean mejores o más nobles que los otros; siempre y cuando supongamos, claro está, que un criminal, poco importa de que tipo sea, no pueda ser un hombre noble”