Herta Muller
La Premio Nobel rumana se vale de la voz de su amigo Ozkar Pastior para indagar en los horrores cotidianos de los campos de concentración en los cuales muchos rumanos cayeron por orden de Stalin.
Con una prosa donde está siempre presente la poesía, indaga en esos lugares oscuros donde nadie quiere mirar y donde ya no queda ni un resto de humanidad:
“La verdad pura y dura es que el abogado Paul Gast robo la sopa de la escudilla de su mujer, Heidrun Gast, hasta que ella ya no volvió a levantarse y murió porque no pudo hacer otra cosa, al igual que le robo su sopa porque su hambre no podía hacer otra cosa, (…)”
Una obra difícil, despiadada (sin piedad), pero que vale la pena leer. Aunque no llegemos al final